La mezcla del juguete tradicional con el juguete didáctico se encuentra en este modelo debido a que al tratar de pescar las diferentes figuras, desarrolla la psicomotricidad gruesa, además de la coordinación ojo-mano, también se puede utilizar para diferenciar el entorno y clasificación por forma y color.
Una fortaleza, un fuerte muro de contención, una columna impenetrable, etc. estas son algunas ideas que podrá construir con el jumbo tronco, estos compactos bloques de plástico de diferentes presentaciones soportarán el juego rudo pero constructivo que les puedan dar.
Las diferentes formas permiten utilizarlas como juego de ensamble, logrando geometrías definidas como paredes de casas, castillos y además formas libres a la imaginación, la variedad en colores permite también introducir al alumno al reconocimiento de los mismos.
Las diferentes formas permiten utilizarlas como juego de ensamble, logrando geometrías definidas como paredes de casas, castillos y además formas libres a la imaginación, la variedad en colores permite también introducir al alumno al reconocimiento de los mismos.
Material que permite practicar el embonar con cuidado y formar hileras o conjuntos de colores que se integren con cada uno de los mazo troncos. Manipularlos es fácil y divertido pues su tamaño y forma permiten elaborar con creatividad infinidad de formaciones ingeniosas.
Los bloques geométricos con perforación central permite al alumno reconocer las diferentes geometrías básicas con proporcionalidad semejante entre ellas. La forma de la pieza permite ejercitar el agarre para el lápiz, la coordinación ojo-mano, reconocimiento y seleccion.
La mezcla diferente de sus piezas entre tornillos, tuercas, desarmadores y bloques de ensamble, permite que se exploten áreas de psicomotricidad gruesa, reconocimiento de formas, desarrollo de la imaginación, selección de color y acomodo espacial, además de obligar al alumno a la coordinación manual entre tuerca y tornillo.
Sus diferentes geometrías planas permiten al alumno generar figuras geométricas en 3 dimensiones, ejercitar seriación, forma y tamaño, construcción libre que con sus 3 geometrías de unión permite desarrollar en el alumno la ubicación espacial.
Con estas dos piezas se obliga al alumno a obtener armados en forma ascendente. Además se refuerza el conocimiento de los colores básicos, así como la aplicación de estos a geometrías estructuradas por estas piezas. La coordinación ojo-mano, reconocimiento
El juego se compone de tres piezas diferentes de las cuales una tiene la forma de arlequín, indicando dos diferentes direcciones que invitan al alumno a practicar una orientación. En su diseño se encuentra habilitada la coordinación ojo-mano, reconocimiento y selección de colores y formas semejantes. Por su sistema básico de ensamble, reconocerá la derecha y la izquierda.
Estos peces de colores se forman una tras otro, como los grandes cardúmenes del mar y todos van en la misma dirección, se pueden apilar, escalonar, etc.
La conexión de estas piezas permite desarrollar en el alumno la psicomotricidad y reconocimiento de forma y tamaño. También permite elaborar secuencias libres a la imaginación que ayudan al reconocimiento del entorno marino.
Sus cinco piezas para formar la pirámide de manera ascendente, obliga al alumno a colocar los aros en una sola posición, visualizando inmediatamente un posible error en su armado. Además la forma de cada círculo seccionado permite al alumno utilizarlos como eslabones para una cadena en forma ascendente o descendente.
Su movimiento rotativo permite al alumno ejercitar la muñeca, seriación por color y forma, dirección y armado por color y trayectoria, las posiciones exactas en las que se puede acomodar permiten ubicar al alumno en el espacio tridimensional.
Su ensamble circular, así como su geometría permiten al alumno ejercitar en matemáticas el concepto de fracciones, seriación y clasificación por forma y tamaño, ensarte por sus orificios, movimiento, rotacional y ensamble libre a la imaginación.
La posición de sus siete salientes cilíndricas está diseñada para la estimulación del valor posicional, mismas que al recorrer con el tacto cada posición cilíndrica,el alumno reconoce que cada cilindro es una entidad diferente. Además la flexibilidad en su diseño ejercita al desarrollo sensorial del alumno en el movimiento de la muñeca.
El niño aprende jugando a atar sus zapatos, introduciendo en cada orificio la punta de la agujeta hasta lograr introducirla completa y hacer el moño, la roseta o el nudo para que solo pueda llegar a atar su zapato.